¿Cuáles son los líquidos que tu auto necesita para un buen funcionamiento?

El cambio de aceite de tu motor es importante, pero también hay otros sistemas que necesitan ciertos líquidos para tener un buen funcionamiento. Conoce aquí cuáles son. 

Usualmente, cuando se habla de los líquidos o fluidos que necesita necesita un auto lo primero que se viene a la mente es el aceite. A pesar de su gran importancia, hay otros componentes del auto que hacen uso de sustancias, las mismas que necesitan revisiones periódicas o sustitución. 

Los frenos, la transmisión y la dirección también necesitan de fluidos para funcionar. Es así que los niveles y estado de cada uno de estos es de suma importancia. Recuerda: No contar con los niveles adecuados puede producir graves daños o provocar accidentes. ¡En el mantenimiento preventivo se debe prestar atención a esto!

Comencemos mencionando cada uno de ellos. 

Líquido de freno

Tiene por principal función transmitir la fuerza ejercida sobre el pedal de freno a las pastillas o zapatas para poder detener el vehículo. Como se sabe, el sistema de frenos es un elemento imprescindible para la seguridad del conductor y sus ocupantes.

Ten en cuenta que con el paso del tiempo se generan desgastes. Por ejemplo, el líquido de frenos puede ponerse en mal estado debido al aire del ambiente, haciendo que coja humedad, lo cual puede generar un tacto esponjoso en el pedal de freno. Debido la humedad y también al desgaste del propio líquido, el punto de ebullición del líquido puede llegar a disminuir un 20% en dos años. 

De esta manera la revisión se debe realizar de forma constante y el cambio cada dos años. Lo mejor es que se haga en un taller de confianza.

Recuerda, si retrasas este mantenimiento, puede producirse un deterioro acelerado de los elementos de tu sistema de frenos y también se pierde potencia. Acude al mecánico cuando sea tiempo de realizarlo. 

Anticongelante y líquido de refrigeración

Trabaja con el radiador, la bomba de agua y el ventilador para disipar el calor que produce el motor cuando está en funcionamiento, manteniéndolo a una temperatura ideal. Se recomienda cambiarlo cada dos años.

Como mencionamos, trabaja directamente con el motor, el mismo que al quemar gasolina y aire para la combustión hace que su temperatura aumente considerablemente. Es aquí cuando entra en acción el refrigerante, el cual circula por el motor impulsado por la bomba de agua; además, absorbe el calor generado y previene la oxidación.  

Por otro lado, este líquido se enfría al circular por dentro del radiador, el cual hace uso del aire exterior que lo atraviesa a gran velocidad.

Entre otra de sus funciones, evita que el agua del circuito de refrigeración se congele, transfiere el calor al exterior evitando que el líquido entre en ebullición, reduce la evaporación y protege el circuito de la corrosión.

Asimismo, ten en cuenta estos consejos: no utilices agua del grifo para llenar el circuito de refrigeración. Lo ideal es agua destilada especial, la cual puedes adquirir en una tienda de repuestos. 

En caso el anticongelante no viene diluido sino concentrado, nunca se puede rellenar sólo con anticongelante. La proporción en el agua destilada debe estar entre el 30% y el 50%. 

Aceite de caja de cambios o transmisión

Al igual que el aceite del motor, este líquido se encarga de lubricar, refrigerar y proteger de la corrosión. Por ello, también lleva aditivos para mejorar la fricción y evitar el desgaste. Su función es muy importante para una operación correcta y para una larga vida de servicio.

La frecuencia de su cambio es no es tan seguida como la del aceite del motor, ya que está sometido a un stress mecánico menor y también menor temperatura. Sin embargo, en el mantenimiento preventivo también se le debe prestar atención. 

Si tu auto es automático o de tracción total, lo mejor es verificar los intervalos de mantenimiento del aceite de la caja de cambios o de los diferenciales de la transmisión en el manual de servicio.

Por otro lado, hay modelos de auto con cajas de cambio o diferenciales en los que no es necesario cambiar el aceite durante toda la vida del vehículo. Por otra parte, hay otras en las que existen intervalos de sustitución, tanto del aceite como del filtro, que suelen oscilar entre los 90.000 y 180.000 kilómetros.

Líquido de dirección

El sistema de dirección trabaja para la orientación de los neumáticos. Con esto, el auto girará en la dirección que el conductor decida. 

Por ello, para su correcto funcionamiento requiere de un líquido lubricante que permita que el movimiento sea más fácil cuando direccionamos el vehículo. 

Eso sí, recuerda que antes de hacer el cambio de líquido de dirección debes tener claro qué tipo de sistema tiene el auto: mecánica, hidráulica o electrónica, ya que para cada uno existe una mezcla especial.

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