Es imprescindible que el sistema de refrigeración de un carro funcione a la perfección, para evitar el sobrecalentamiento del motor por la fricción de las piezas metálicas. Uno de los elementos principales de este sistema es el radiador, una estructura metálica que recoge el líquido caliente que absorbe el calor del motor y circula líquido frío para mantener la temperatura óptima de funcionamiento, que oscila entre 80 y 100 grados centígrados.
El radiador contiene celdas de aluminio que forman una estructura similar a un panal de abejas, en la que se deposita el líquido refrigerante y se disipa el calor, cuando este fluido se enfría al entrar en contacto con el aire que pasa a través de la parrilla frontal y del ventilador mecánico. El líquido refrigerante tiene una temperatura de ebullición más alta y de congelamiento más baja que el agua, por eso es necesario usarlo si queremos mantener una temperatura óptima en el motor.
Actualmente los radiadores son más confiables que en la década de los 80s y 90s, en lo que era común ver carros parados a un lado del camino, con el capó abierto y el conductor colocando agua al radiador.
¿Qué problemas puede presentar el radiador?
- Cuando el líquido del radiador queda estancado, al estar el carro sin funcionamiento mucho tiempo, se forma sedimentos que pueden dañar la bomba de agua u obstruir las cañerías, impidiendo que el fluido circule normalmente por el circuito de enfriamiento, lo que provocará el calentamiento en el motor.
- Puede perder hermeticidad o presentarse una fuga, y si el líquido refrigerante se escapa del radiador no podrá enfriarse al motor.
¿Qué hacer en caso de calentamiento del motor?
Ya sea por fuga en el radiador o mal funcionamiento del sistema de enfriamiento, cuando el testigo indique sobrecalentamiento del motor es recomendable apagar el carro y llamar a una grúa para remolcarlo hasta el taller. Si decide arriesgarse, puede abrir la tapa del radiador con un trapo mojado y con mucho cuidado y, mientras el carro sigue encendido, rellenar el radiador con líquido refrigerante o agua para que pueda llegar al mecánico que lo auxilie.
¿Cómo puede limpiar el radiador usted mismo?
- Con el motor frío, abra la tapa del radiador y vierta la cantidad indicada de un limpiador de radiador, que puede conseguir en un taller o en algunos grifos.
- Coloque la tapa, arranque el motor, encienda la calefacción y mantenga el motor funcionando en mínimo por unos 30 minutos.
- Apague el motor, espere unos minutos que enfríe, coloque un recipiente mediano debajo del radiador y abra el pequeño tapón que se encuentra en la parte inferior del radiador para que drene todo el líquido del interior.
- Sin encender el motor, vierta agua limpia (con el tapón inferior abierto) para que recorra el interior del radiador y salga por debajo.
- Cierre el tapón inferior, rellene el radiador y el depósito adicional con líquido refrigerante nuevo y agua hasta el nivel máximo indicado. Algunos expertos aseguran que la mezcla ideal es: 60% de líquido refrigerante y 40% de agua.
- Cierre la tapa superior y arranque el motor. Verifique que no haya fugas, observando si cae fluido debajo del carro.
*Es importante evitar cualquier contacto con el líquido refrigerante, porque podría irritarse la piel.
*Recuerde cambiar el líquido refrigerante una vez al año o cada 20000 kilómetros