Imagina que vas por la vía y un auto se te aparece en frente. Lo primero que haces es cambiar de carril de forma intempestiva para evitar el obstáculo y, en la medida de lo posible, regresar nuevamente al carril inicial, ¿verdad?
Se trata de una situación peligrosa que no siempre acaba bien. Por supuesto aquí influye la habilidad del conductor; sin embargo, este tipo de escenario también habla mucho sobre la capacidad de reacción de nuestro vehículo ante la evasión rápida de obstáculos.
Esta aptitud vehicular se verifica a través de la maniobra de esquiva, una prueba que permite evaluar si un vehículo puede esquivar cualquier objeto se le cruce repentinamente, sin provocar algún tipo de siniestro.
EN POCAS PALABRAS, ES UNA PRUEBA DE SEGURIDAD
Detalle importante a mencionar es que si bien la pericia del conductor entra en juego, estamos ante una prueba validada internacionalmente por la Organización Internacional de Normalización, mejor conocida como ISO, por sus siglas en Inglés.
De aquí reside la norma ‘Vehículos de pasajeros – Pista de prueba para una maniobra severa de cambio de carril’ (ISO 3888) que habla expresamente sobre esta evaluación donde se mide la capacidad de un vehículo para hacer el doble cambio de carril.
Adiciona también las especificaciones a tener en cuenta para hacer esta prueba como la correcta disposición de conos, así como el largo y ancho de los carriles.
LO MÁS IMPORTANTE: LA ESTABILIDAD
La maniobra de esquiva es importante que nos permite saber si un coche podrá reaccionar adecuadamente en este tipo de situaciones, lo que en otras palabras se traduce como control de estabilidad.
¿Eso quiere decir que todos los vehículos con ESP ya no necesitan pasar la prueba? FALSO. Diversas pruebas demuestran que pese a contar con este sistema, muchos modelos han obtenido malos resultados.
Esto ocurre por un tema de mala calibración del sistema, el funcionamiento de la suspensión o por problemas en los frenos o neumáticos.
Dato: Esta prueba solo detalla una pequeña parte del comportamiento general del vehículo. En realidad, no mide la eficacia en curva de un auto, sino la capacidad de reacción ante una maniobra de este tipo.
Para asegurar la evaluación, los neumáticos deben encontrarse en óptimo estado y presión indicada por el fabricante, así como con el tanque de combustible lleno. Además, las condiciones de prueba deben ser respetadas como parte de una evaluación objetiva.